¡OKUPA!

     Bueno una cosa es hacer parada, y otra cosa fonda.

   "Amigo" ya lleva varios días conmigo. Se mueve de vez en cuando, pero lo justo. Tallo arriba, tallo abajo. Ayer le coloqué un poco de tomate cerca y hoy, pocho, se lo he retirado. No ha probado bocado, debe de estar a dieta.

   Esta mañana he estado viendo las imágenes que tomamos en la última salida. Probamos el "zooming". No, no es exprimir la cámara ni nada parecido. Consiste en programarla para que esté mucho tiempo haciendo la foto, mientras vamos acercando y alejando el objetivo. El efecto es parecido al que resultaría de realizarlas corriendo hacia o desde un punto. Lo malo fué que las hicimos sin trípode, por lo que aquellos que tenemos un pulso idóneo para rociar de azucar la tortas de Ines Rosales, tomamos las instantáneas movidas. Bueno, ¿y a que viene esta parrafada? Pues viene a que pensé en repetir este experimento con un trípode y con mi mejor modelo, "Amigo".

   Preparé la cámara con sus "patas" y empecé a disparar. El problema de la luz lo intenté solucionar. Muchas me salieron "quemadas", excesivamente luminosas. Le cerré todo lo que pude el diafragma, le coloque en el balance de blanco la opción "soleado" y le puse un tiempo prudencial para que me diera lugar a jugar con el zoom y con la luz; hice lo que pude.

   Después de un buen rato, "Amigo" comenzó a cansarse y se fué yendo hacia la parte trasera del tallo que habita. Sin el menor pudor, en un claro mensajes de hasta dónde le tenía, me despidió mostrándome sus partes más íntimas.

   ¡Si hay alguien que tiene que estar molesto, ese soy yo! Comparte mi piso sin aportar nada a su mantenimiento. Considero que con las sesiones de posado está más que pagada la vidorra que lleva. A parte debería moderar la conducta y cuidar sus gestos hacia mí. ¡Esta juventud!